El senior masculino vencía el pasado domingo al Hay Group Villalbasket en el que fue el último partido de esta fase regular.

El partido comenzó de manera magistral por parte de los pupilos de Julio Nieto que no dieron tregua a un equipo local sumido en la desesperación. Así, el partido finalizaría con un marcador contundente (52-71), y con la mirada pendiente de lo que ocurría a pocos kilómetros de distancia. En Majadahonda, el equipo que quiso arruinarnos la jornada anterior, presentes con una plantilla reducida, pero luchadora hasta la extenuidad, se las veía ante Los Leones de El Escorial. Séptimo contra segundo en un partido a priori sencillo para el cuadro de la sierra.
El partido debió ser agónico para ambos equipos si vemos el marcador final, y sabiendo los de El EScorial que los ribereños habían cumplido con su parte, y la segunda plaza estaba en el aire.
No debió ser suficiente motivación, o bien los nervios atacaron al cuadro escurialense, ya que Majadahonda lograba llevarse el partido por 4 puntos de diferencia, y con ello se otorgaba la segunda plaza al Villa de Aranjuez.

El trabajo tiene su recompensa. Como en la vida misma, el trabajo y el sacrificio conducen al éxito, y esta máxima bien detraída del esfuerzo a raudales y derrochado por el conjunto amarillo, obtuvo la recompensa merecida.
Nada es fruto de la suerte.
En algunas ocasiones, los que sacamos horas nocturnas para entrenar a nuestros equipos de cantera, hemos sido espectadores de primera fila de un senior masculino trabajando "horas extras", buscando canchas de juego en horarios intempestivos, corriendo bajo lluvia y frío, trabajando sistemas en pabellones de dimensiones diminutas,...... todo era poco para los chicos de Julio que se entregaron hasta la extenuación para lograr ésto; el merecido éxito.

Pero esto no queda aquí. Esto es sólo el comienzo, y ahora el sacrificio realizado debe seguir la inercia de la competición. Sin rendir cuentas ni caer en el conformismo, el senior tendrá que marcarse objetivos finales; cuartos, semifinales,.... la final,..........el campeonato.
Ninguno de ellos es fácil, y si hay algo que debemos asumir desde el entorno del club, es nuestra responsabilidad, nuestro compañerismo y nuestro apoyo incondicional. Y eso lo debemos demostrar el próximo 5 de mayo.

Sin conocer hora ni lugar, la marea amarilla tendrá que estar a la altura, llenando las numerosas butacas de las Olivas y rompiendo con ensordecedores gritos de ánimo el vacuo silencio del pabellón de la ciudad deportiva.
Vamos Villa!!!!